viernes, 15 de enero de 2016

UNA "TESIS", PEOR QUE LA DE AMENABAR.



La lectura de la tesis de Marc Montijano fue un pelín accidentada, al menos para un servidor.

Ya ha pasado,  por lo tanto, ya puedo contarlo. Marc Montijano leía ayer, jueves 14 de enero de 2016, su tesis doctoral basada en su trabajo Metamorfosis.

La tesis estuvo cargada de sorpresas, puesto que a lo largo de la misma hizo una de sus instalaciones, Metamorfosis. Pues bien, mientras él las realizaba, sus alter egos, una chica y yo, leíamos parte de la tesis.

Ayer no solo fui el alter ego de Marc Montijano, sino también el de Alba Novoa, porque ayer cual divo, o sea, tal cual ella,  me desplacé por Málaga vía taxi.

Ahora te comprendo, en parte Alba, está muy bien que te lleven de un sitio a otro. Mientras tu estas con tu móvil, no te pesa la mochila, ni las bolsas, no pasas frio y desde el coche, tranquilito,  ves las  calles que normalmente ves andando y  también ves a los mortales, caminando, y piensas: “yo antes era uno de ellos”
 
Pero Alba, todo pierde el encanto cuando oyes al conductor que dice que ya ha llegado  y ves el marcador del dinero y  pone seis euros o siete. 

Entonces de un golpe despiertas a la cruda realidad y te dices: "la próxima vez andando".

Fuera de broma ayer iba muy ajustado de tiempo, por tanto, Marc me pidió que al salir del colegio, de dar mis clases, cogiera un taxi para ir a la facultad de Bellas Artes, lugar de la lectura.

La parada de taxi estaba lejísimo, después me equivoqué de facultad y había mucho tráfico con lo cual llegué con el tiempo  muy justo.

Nada más llegar me encuentro, en el hall, a Susana, sonriente, amable y muy nerviosa.

Subo con ella, en el ascensor más fashion que he visto en mi vida, en una universidad. 

Llego y  compruebo que la  chica que iba a leer no es otra que la grandísima, María Arguelles, ex compañera de la ESAD. Aunque no tuvimos mucho contacto en la escuela, aquí no paramos de hablar y de reír.

Quedaba menos de quince minutos y me cambié rápido de ropa e intenté leer de nuevo mi texto, pero me puse muy nervioso.

Y a partir de ahí comenzó todo, la lectura programada para una hora determinada, comenzó con más de sesenta minutos de retraso, la razón no la sabemos.

Ese tiempo, aparte del nerviosismo de tanta espera y de que iba llegar tarde a mi ensayo tecnico. 

Dio lugar a todo tipo de situaciones, aburrimiento, nervios, críticas al sistema, persecuciones imaginarias a doctores, saludos a personas que no sabía quiénes eran, reportajes fotográficos robados, charlas, confesiones y muchas risas entre María, los ayudantes de Marc y un servidor.

A las siete aproximadamente, nos llamaron podiamos pasar, la Tesis, más complicada que la de Alejandro Amenábar, comenzaba.

1 comentario:

  1. El taxi esta muy poco valorado, es mucho mejor invento que el movil o el bidet.

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