domingo, 17 de enero de 2016

UN MAESTRO, LINA MORGA Y UN PUBLICO EXCEPCIONAL EN " A SACO CON LA PISCO".



Esta entrada no quiero hacerla, es muy egocéntrica. 

Antes de empezarla os pido perdón, pero voy a alimentar mi ego.

Os voy a contar que ocurrió el viernes 15 de enero de 2016 en nuestra primera actuación de A saco con la psico, de las tres  programas en La Cochera Cabaret.

Voy a dividir en partes: Lo primero y lo más importante hablar del público. Yo no sé si Nora les pagó, o era una cámara oculta, pero el viernes no estaba claro donde estaba el espectáculo si en el publico o en el escenario, estuvieron pendiente de la obra al 200 por ciento.

 No era un público muy numeroso pero entregado en su totalidad.

Al principio, me pareció un público muy serio y difícil, pero no había pasado ni tres minutos de obra, y no exagero, y el púbico lo teníamos en el bolsillo. Se creó un todo, entre todos que fue muy especial.

Desde el primer momento y comienza  el tema del  egocentrismo, el público se encariñó con Pablo, mi personaje, tanto, que  mientras actuábamos se oigan gritos a favor de él, consejos, impresiones en voz alta, risas, chistes, comentarios, incluso los aplausos pararon la obra en varias ocasiones.

Cuando subí al escenario, me sentí un poco perdido, las luces, las dimensiones de ese escenario, me descolocaron un poco, pero… En mi segunda intervención estaba, ya,  tan a dentro, tan metido, que sentía que Pablo estaba ahí.

Improvisamos lo más grande, sin perder la esencia, jugamos con el texto de una forma excepcional. Podíamos decir chistes y volver a sacarlos un rato después, sin por ello perder el sentido de  los personajes  o de la pieza.

De hecho en alguna que otra ocasión vi a Nora, entre bambalinas, que se iba a los camerinos porque no aguantaba la risa.

Siempre he tenido un problema, que en la Escuela me criticaba mucho y era el dirigirme desde el escenario, o sea, estar pendiente de la actuación como actor y autocriticarme desde el escenario, algo que hace que pierdas el personaje y el hilo de la pieza.

Pero en un libro de Chejov, que leímos en la ESAD, decía que el grado máximo de una actuación era cuando el actor podía ver al personaje desde fuera, o sea, no auto dirigirse, sino hacer al personaje tan suyo, que mientras actúa,  lo ves desde fuera.

Y así me sentí el viernes, estaba tan metido, que me permitía jugar, actuar y verme desde fuera para saber por dónde iba todo.

De hecho en un momento,  que es muy físico, me vi en ese escenario y me dije: “Lolo estas en esta sala alternativa, donde van, esas obras que tu veías antes y envidiabas y ahora estas haciéndolas.” 

Punto segundo. Si me lo pasé bien fue  gracias a Steven, que tío, que  grande, esos ojos, esa fuerza, esas respuestas vivas, esa escucha, que fuerte.

Durante toda la pieza me llevó por un viaje, emocional,  impresionante. Gracias a él pasé de admirarlo, a odiarlo, enfadarme, a calentarme, a sentirlo como un amigo de siempre, como un compañero, como un todo. Me lo dio todo. Eso es lo que se consigue por trabajar con un maestro.

Y en tercer lugar quien si debo decir que me vino a la cabeza durante a la actuación fue mi madre y Lina Morgan.

Os explico:

Para crear este personaje me basé en ciertas cosas en Lina, nadie lo notó o al menos nadie me  lo dijo. Excepto mi madre que cuando me vio, me lo comentó. Que inteligente es.

 Pues ayer hice uno de los gestos inspirado en ella y despertó la risa del público y me acordé de mi madre y me dije: “Lina tan denostada por la profesión del teatro, sigues haciendo reír al público, Lina  eres como el Cid, después de haber fallecido, sigues haciendo reír al público y sigues subida en un escenario a través de mi.”
 
Así que el viernes ella volvió a subir al escenario.

Y para acabar conclusiones.

Los cambios que incluyó Nora, me hizo pasarlo de maravilla.

La obra me pasó en un segundo, porque todo surgía solo.

Por último mi ego vuelve a escena. Hugo, hermano de Nora, me dijo al marcharse: “Lolo hoy le has ganado a Steven”.

Lo siento pero quiero decirlo, porque Steven es mucho más que un actor y Hugo es muy sincero, así que, el viernes, me gané  mi Max de teatro, particular.

3 comentarios:

  1. Ni ego de porras fritas, si tu haces bien tu trabajo y lo comentas eso no es ego es una realidad y el que se indigne pues es su problema por ser un pringao y no saberlo reconocer.

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  2. Eres un increíble actor¡ me hicieron reír, llorar y soñar. Felicidades¡

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