Son las 23:40 h me acaba de dejar mi compañero David y ya
voy, caminando, hacia casa. Es curioso
vuelvo casi a la misma hora de siempre y solo hemos hecho un pase de La
historia jamás contada.¡Qué torpes somos!
Este ha servido hoy, sábado 19 de
mayo, como presentación del verano 2018.
Me lo he pasado muy bien, pero ha sido un pase un poco frío, bueno solo
un poco. Quizás como nos faltaba el estrés de actuar pensando que después viene
el siguiente grupo, como hemos actuado
sin el miedo de que se pisen los grupos, sin la emoción de cómo será el grupo siguiente,
actuábamos pero estábamos pensando en todo lo que nos queda, o sea, siempre lo
damos todo pero te guardas energía para
el siguiente pase y esta vez no, por todo ello creo que ha sido
un poco frio.
Ha sido llegar, actuar y adiós. De hecho mientras yo actuaba veía
de lejos a Rebeca aun en su papel de institutriz, pero cerrando ventanas,
puertas y recogiendo.
No ha sido un grupo muy numeroso, por lo que se ve se
esperaban más personas pero al final más de la mitad han anulado la cita y solo
han venido unos 15 o 20. Supongo que al hacer más fresco o como se nubló
pensaron quedarse en casa y anularon, no sé. Eran como tres familias, un grupo
de chicas, dos mujeres y algunos niños.
Mientras esperaba los últimos minutos para salir, me sentía
raro, estaba en una sala oscura, junto al patio y oía a los compañeros. El
grupo venía a ver al señor de la casa, don Jorge Loring, y ahí estaba yo pensando
en mis asuntos personales, pero listo para darlo todo.
Estaba ahí después de un año esperando, de muchos días
organizando y era yo y no otro el que lo iba a hacer, tenía cero nervios, al
contrario tenía ganas de salir, estaba muy contento. De pronto me paré, miré a
mi alrededor y pensé:" Lolo esto es
real y lo estás viviendo tu" fue extraño, tampoco es que esté
trabajando con Almodóvar pero me sentí muy bien. Pienso que toqué, de verdad,
eso que llaman felicidad, al no haber nervios, ni tensión, me quedó solo, eso,
la felicidad de actuar y fue raro, la verdad.
Estaba de pie, frente
al espejo, me arreglaba el pañuelo y me remataba echándome un poco de colonia, cuando
de pronto oí:" Señor, señor"
era Rebeca, me pilló de repente, la institutriz de mis hijos me llamaba yo ya
era Jorge Loring.
Pero antes de responder a mi institutriz tuve que dejar a
Jorge y volver a Lolo porque me di cuenta de que la puerta que había abierto,
para salir al patio, no era la que normalmente abro, con lo cual he tenido que
dar muchas vueltas para poder salir al patio y esto que ha hecho que Rebeca
repitiera lo de: “Señor, señor",
como 1000 veces.
Mi salida ha sido espectacular, en mi segunda frase ya estaba la gente riéndose y fuerte. Después
he seguido con la broma y ellos han seguido riéndose.
Está marcado que al principio, Jorge Loring no puede mirar
al público, pues creo que me lo he tomado demasiado en serio, pues,
prácticamente no he mirado a nadie, pero bueno, la gente se ha reído. Al entrar
de nuevo en la casa y previo a bajar para la segunda parte de mi actuación me
he dicho:" El público está ganado
ahora a disfrutar". Después me he arreglado y he bajado.
El primer juego, con Rebeca, ha estado muy bien, el público
ha disfrutado de nuevo, aunque creo que me he puesto demasiado de espalda a
este. Esto también está marcado pero creo que lo he exagerado.
La chaqueta nueva me
está pequeña, como sabéis este año no hay abrigo, pues bien esta me estaba muy pequeña y me ha
costado metérmela y después me he sentido un poco encogido. Si no queda bien ya
buscaremos otras alternativas textiles, la verdad, que hoy el vestuario más que
apoyar molestaba. Lo más importante ha sido que ha habido una conexión total de
improvisación entre Rebeca y yo. ¡Magistral!.
Se ha ido esta y he empezado mi discurso, la gente estaba muy animada pero durante el discurso
he notado que se han ido enfriando y aunque los miraba y los veía asentir con la cabeza, estaban fríos y
algunos desconectados, pero yo estaba tan orgulloso diciendo mi texto que no lo he recortado y lo he dicho tal cual.
Pobres…
Tras el discurso viene el primer juego y el público ha estado
frio, demasiado, no me han seguido el rollo, no hubo risas, ni atracción cómo
otras veces, han respondido pero desganadillos.
Cuando pasamos de habitación una señora me ayuda tomando el papel de mi esposa
y siempre lo pasa bomba, se luce, se ríe, esta vez la señora lo ha hecho, pero
le notaba yo poca ganas, no jugaba con los comentarios ni nada.
Siguiente fase; el salón
aquí es cuando Jorge Loring llega a su punto máximo, pues sentí lo mismo,
frialdad y creo que hubo falta de entendimiento, creo que no me hice entender
porque me miraban y no recibía respuesta del público.
Y por último, el final, en la puerta de la casa-palacio. Tardé
mucho en empezar, porque el hada no me ha daba el pie.
Después, cuando hemos
empezado los dos juntos, Úrsula y yo, ha
sido muy corto, pero se lo agradezco bastante, porque necesitaba agilidad.
En el final Jorge acaba regular y oí a gente apiadarse de él
e incluso dicen que una niña se ha acercado a acariciarme. Hubo muy buena
conexión con Úrsula.
Ha sido una buena toma de contacto, un saber que podemos con
los personajes y que todo está controlado para el verano.
Pronto empezaremos el veranito calentito, con grupos grandes
y mucha animación. Hoy ha sido más frio.
Cuando acabé, encontré a los compis cargando sillas y mesas,
había que recógelas y vestido de Jorge me puse a currar con ellos.
Pero todo de buen rollo, hoy había un buen elenco. Aunque yo
estaba deseando irme a casa a reencontrarme con mi sobrina.
También ha sido el día del hola y del adiós. Entre el público
estaba Vanesa, chica nueva que sustituirá a Rebeca y de adiós porque ha sido el
último día de David, que emprende un nuevo e interesante camino. ¡MUCHA MIERDA
AMIGO!
Jorge y yo nos volvemos a ver el próximo 27 de junio. Ambos
os esperamos.
No estar nervioso no es sinonimo de estar haciendolo mal.
ResponderEliminarDisfrutaaaaa.