Lo que vais a leer ahora, lo escribí ayer, viernes 27 de
noviembre de 2015, entre pase y pase, tumbado entre dos sillas, con mi camisa
puesta y mi abrigo echado sobre las piernas.
Como habéis visto en otras entradas, en dicha pieza salgo un
poco ligero de ropa y descalzo. Como había estado toda la semana resfriado, no
quería destaparme hasta la hora de actuar.
Álvaro me decía que parecía una abuela.
Pero por este motivo
me sentía solo, ya que, todos mis
compañeros andaban en la sala de al
lado, en nuestro “camerino” y yo solo en la sala aburrido y descolocado.
“Hoy ya me he sentido
uno más, o sea, parte del grupo, ya no era el “nuevo”, de hecho he llegado el primero y me he puesto a colocar las
sillas y ordenar un poco la sala, que no estaba como nosotros la habíamos
dejado. Llegué muy pronto y me pasé dando paseos por aquellas salas tenebrosa
bastante rato.
Todo pronosticaba que
hoy no íbamos hacer ningún pase, porque era el encendido de las luces de
Navidad en el centro, además había un festival de Micro Teatro y por último y
si fuera poco los centros comerciales estaban llenos de gente, comprando, porque los americanos nos han dicho que
tenemos que comprar en el Black Friday.
El grupo anterior a
nosotros suspendió su primer pase, con lo cual, todo nos hacía ver que no actuaríamos,
hasta que de pronto nos avisaron, no había mucho público, pero que teníamos pase.
Después de una semana cuidándome,
que ni el propio Raphael previo a un concierto. Por consejos, sabios consejos,
de mi madre, pasé los tres días previos
a la actuación durmiendo las mañanas enteras
y descansando, tenía que luchar
de forma urgente y a contrarreloj con mi resfriado y conseguí ganar la batalla
a los malditos virus. Hoy estoy casi bien.
Como quería protegerme
del frio, no he calentado como debía… vamos que no he calentado, porque no
quería andar descalzo por ese suelo congelado, y he salido demasiado frio, es
más en un momento de la pieza donde me escondo, tuve la sensación de que quería
que esta acabara ya y eso no podía ser. Tenía miedo a que mis virus hicieran
acto de presencia, con estornudos, tos, mocos etc.
No estaba tan
pendiente a cada gesto, frase, entonación etc., esto ha hecho, viendo el lado
positivo , que no saliera todo marcado sino, mucho más fluido, menos
pensado y más real, acción/ reacción.
Chema tras el pase nos
ha felicitado a todos nos ha dicho: “Muy
bien chicos.”
He querido mantener el
personaje en todo momento, aunque, en algunos momentos noté que la voz se me fue
un poco.
Al estar más sereno y
quitarle el miedo de los pases anteriores, ha sido todo más real, pero nos
hacía falta ese empujón, que le diera fuerza a la pieza, creo que a todos. De hecho el comentario generalizado era: “se notan las dos semanas de parón.”
De hecho ha habido un
momento donde un personaje ha tardado en salir y Álvaro y yo hemos improvisado.
Ya digo en resumen, el
parón, el poco público, la baja temperatura, hizo que todo fuera un pelín frio
tanto dentro como fuera del escenario.
Oh acabo de oír, al
chico que dirige esto de decirle a su compañera: “Dile a los chicos de Hamlet que no hay pase”.
O sea, que nos vamos,
vaya, mañana estaré más recuperado, más seguro, y según nos dicen, se espera
mucho público. Así que mañana que son los últimos dos pases, a darle CAÑA.”
Esa fue mi visión el pase de ayer, no hubo mucho calor la verdad,
pero lloramos con un ojo, hubo compañeros que suspendieron ambos pases.
Sabios consejos de tu madre???? CABRON!!!!
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