viernes, 24 de julio de 2020

ASI FUE EL PRIMER PASE DE "NOCHES DE CLÁSICO".


1.- ¿Pero ¿qué te ha pasado Lolo?


Yo empiezo el texto con una vela en la mano y la cosa ha ido mal, pues la vela se me ha apagado. No hace mucho viento, pero sí el suficiente para que la vela se apague mil veces antes de salir. Es más, inicié el texto con esta apagada y mientras salía pensaba:  "Pues mal vamos, qué ridiculez ir con una vela en la mano apagada” pero he tirado para adelante, un detalle tan simple no me puede afectar de ninguna forma.

Si a mi relajación personal le sumamos la tranquilidad, la desgana y la tristeza del personaje, he entrado casi en un estado zen, pues la vela me afectó poco, tan relajado he estado que de pronto, la cabeza se me ha ido, he pensado en otra cosa, desconecté de lo que estaba y el texto se me ha ido. Me he quedado absolutamente en blanco. Debido a esto me quedé quieto, con miedo.

Mi primer impulso fue mirar al público o a mi compañera anfitriona, buscando su ayuda, en plan, no me acuerdo. Supongo que fueron segundos, pero a mí se me ha hecho eterno. Fue entonces cuando me dije: " Lolo abre la boca y suelta lo que sea" me he dejado llevar, he abierto la boca, daba igual el que dijera y desde ahí he enganchado.

Por todo ello, el orden de las 10 estrofas ha sido el siguiente: 1,2,3,4, 6, 5, 7,8, 9 y 10. El orden del texto original tampoco es muy lógico, por tanto, creo que no se ha notado. Supongo que se notaría mi tardanza o la expresión de mi cara, pero pese a todo pude retomar el control del texto y ordenar las ideas. Aunque desde el momento en blanco, ya no estaba tan metido en el personaje.

La última vez que me quedé completamente en blanco en escena fue, hará 6 años en la ESAD y también haciendo verso. Supongo que me habrá pasado más veces, pero al ser prosa he podido morcillera o improvisar, pero en verso no se puede.

Uno de mis objetivos es que el público entienda el sentido del texto y parece que así ha sido, pues asentía en cada una de mis afirmaciones. Estaban súper metidos, quizá más ellos en mí que yo en ellos,pues no me atrevía, al no llevar protección, a acércame mucho o mirarlos directamente cara a cara.

El público ha sido muy respetuoso no solo en su atención al texto, sino también, en la seguridad, cumpliendo rigurosamente las distancias y todos con sus mascarillas puestas y muy bien puesta, por ello, prometo que, a partir de ahora, el miedo no va a ser mi dueño, sino que voy a disfrutar la interpretación."



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