domingo, 14 de mayo de 2023

EL VIAJE DE LAS EMOCIONES O MEJOR DE LOS AGRADECIMIENTOS.

 

Rigoberta Bandini y su disco La Emperatriz fue de nuevo mi bálsamo relajante durante un viaje de larga distancia en tren, pues hizo que el sábado 13 de mayo del 2023, desconectara y me evadiera durante el  trayecto entre Málaga y Madrid.  

Aunque lo que realmente hizo que me tranquilizara y viera todo de otra forma fue el mensaje que recibí en cuanto colgué la primera foto que acompaña esta entrada, en Instagram y que decía: "A qué ya estas nervioso, pues que sepas que en unas horas todo habrá pasado, tranquilízate, disfruta, diviértete, porque nada malo va a pasar"

¿De quién era el mensaje? Pues de mi amigo José de mi alter ego, de mi otro yo. Él sabe todo sobre mí. Sabe lo yo le cuento y lo que no también, pues lo intuye o lo adivina y sabe donde tocar para darme seguridad, así que esa frase me hizo resetear, ver todo sin miedo, ni inseguridades y empezar el viaje de nuevo, aunque este había empezado a las 14:05 y ya eran las 15:00. ¡¡¡ No sabe él, la seguridad que me da y como me abre los ojos. Es un grandísimo apoyo. !!

Pues en mi asiento no pegado a la ventana, continué mi viaje. 

Cuando llegué mi compañero de butaca, tras saludarme amablemente, me explicó que no entendía el billete, por tanto, no sabía quien era de los 2 el que iba pegado a la ventana.

Yo le expliqué, de forma cordial, que el que tenía el cuadradito era el iba en la ventana, o sea, yo, pero siguió dándose por no enterado y yo me quedé sin ventana. 

No le dije nada porque su amabilidad extrema me hizo intuir que pasaríamos todo el viaje hablando, iría entretenido y desconectado, pero no. Me dejó sin ventana, no me dirigió más la palabra y se pasó todo el viaje viendo videos a todo volumen.

Eso sí era un asiento con mesa, o sea, compartido con 2 más. Los otros eran 2 niños que no pararon de hablar y pedir bocatas a una madre no muy agradable. Se montaron en Córdoba y eran de allí pues su acento muy cerrado lo demostraba. 

Antes de recibir ese mensaje de José, era un manojo de nervios.

Todos sabéis que no soy fans ni de los viajes, ni de las cosas desorganizadas y esa tarde se juntaban las 2 y en un breve espacio de tiempo. La información y el planing sobre horarios y llegada del elenco al hotel etc. Estaba súper organizado pero yo no tenía la información y eso me descontrola y me puso de los nervios. 

Nervios que volvieron a las 15:35. De pronto el grupo de WhatsApp del elenco empezó a petar (como dice mi sobrina) Dipi y Chiara decían que ya habían llegado y que se iban a tomar un café, Elena y Raúl que aun le quedaban 100 km para llegar a Madrid y Lila que ya iba de camino a recogerme.

¡¡¡ Pero qué estaba pasando!!!. En ese mismo momento descubrí que el viaje no estaba tan cuadrado como otras veces, que cada uno iba en un medio de transporte distinto, Lila andando pues vive allí, yo en tren, Dipi y Chiara en bus y los jefes en furgoneta.

Llegaríamos de forma escalonada y yo al ir en tren, sería el único puntual. Mientras que Raúl y Elena llegaban a Madrid, entraban al centro y aparcaban llegarían los últimos, y si los otros 2 compañeros estaban a su bola tampoco iban a correr. ¡¡¡ Al final me veía solo con Lila en el hall del hotel esperando que llegara alguien!!! o ¡¡¡ Lo que es peor yo solo en la zona de llegada de Atocha esperando a Lila puesto que se puede atrasar!!

Y ¿ Por qué a Lila?, pues porque amablemente se había ofrecido de forma voluntaria, tras una indirecta muy directa que le envié esa misma mañana, para recogerme en la estación e ir juntos al hotel Catalonia Gran Vía donde actuaríamos esa noche con La Cena de las emociones.

Al final el AVE, llegó antes de tiempo a Madrid, a las 17:00 en punto. ¿ Estaría ya Lila esperando?.

Pues sí, bajé del tren, crucé esa eterna cinta transportadora y la sonrisa de Lila, su abrazo fuerte y mi nombre en la pantalla de su móvil para que no me perdiera, fue mi recibimiento en Madrid, que chica más MARAVILLOSA.

Gracias Lila, porque con lo grande que es Madrid y lo liosa que es para moverse, no le importó lo más mínimo salir antes de su casa y recorrer más metros, con tal de que yo, con más años que un saco de gnomos, no llegara y estuviera solo en Madrid. 

No dudó ni un instante en decir, no te preocupes yo te recojo y te llevo, te entiendo Madrid asusta en un principio. Para tí quizá no fue nada pero para mí fue muy importante. ¡¡¡ GRACIAS!!.



 

1 comentario: