sábado, 28 de julio de 2018

LA HISTORIA MÁS PICHÍ / PICHÁ JAMÁS CONTADA.



El jueves, 26 de julio del 2018, tuvo lugar dos nuevos pases de La historia jamás contada en el Botánico de Málaga.

Cuando bajaba con mi compañera, Vanesa, tras la actuación, ambos íbamos comentando los pases y llegamos a la misma conclusión:  Los pases fueron bien, pero sin nada que destacar. Un publico bueno, respetuoso, pero sin chicha ni limoná, no destacó nada, ni bueno, ni malo... Eso está bien, pero siempre gusta algo de emoción.



1.- ME PILLÓ EL TORO:



Estaba tumbado en el sofá de mi " macro-camerino-particular" cuando oí  a Vanesa actuar y  entrar en la biblioteca, pero lo que no sabía es que saliera, de allí, tan pronto y viniera, ¡ya! en busca mía. Así que directo desde el sofá pegué un salto y salí al patio a actuar sin calentar, sin pillar la pose elegante de Loring, sin su seguridad y sin comprobar si lo llevaba todo. 


Ha sido en el balcón donde he sido consciente de que ya estaba actuando. He sentido que hablaba rápido, que estaba fuera y mal. El publico, creo, que no entró en la situación, no le di tiempo.

Bajé al salón, diciéndome:" Debes remontar esta caca".  Cuando bajé, la puerta que separa el salón de la sala de la escalera, estaba abierta y se perdió el halo de misterio de Jorge, pues todos me veían, jo... otro punto negativo.Al entrar en la sala, hubo risas y comentarios. Eso fue muy guay. Todos cantaron mi canción muy bien, parecían un coro, pero yo como no estaba seguro adelanté movimientos.

En el discurso hubo mucha atención, creo que más que nunca, pero miré poco al publico  y había un pequeño que no callaba. Solo hubo un "olé" y flojo, pero acompañado de un gran aplauso.

La primera broma fue muy bien y la mujer que me acompañó, era la mejor de todas las que he sacado, puesto que sin ir de "graciosa"  hablaba e improvisaba  por mi,me enamoró.

El problema muy bien, noté mucha empatía, porque miré, ya sí, mucho a los ojos. Durante el clímax, igual,  pero creo que me subí demasiado pronto y luego no pude más y el efecto sorpresa se perdió.

 Además había gente cerrándome la salida y que se movían mucho, me distraían pues no sabía como iba a rematar el clímax, dependía de ellos, en la vuelta tras este, vi muchas caras sonrientes.

Fuera todo estuvo cuadrado y perfecto. cada vez sale mejor el final, además los niños alucinaban y en mi broma elegí a una  niña se reía sin fin.

Ha sido un buen pase pero yo estaba inseguro y el publico era un poco frío.




2.- UN PASE BIEN HECHO:


Buen pase. Esta vez me pilló mucho más preparado, en cuanto oí a Vanesa entrar en la casa, me puse de pie y empecé a pasear la elegancia y gallardía del personaje, sacando 
todo lo que el personaje es.

Desde el balcón me noté mucho más orgánico y más real que nunca, de hecho metí palabras y expresiones nuevas que me ayudó a dar más realismo a la escena. Cuando bajé, la puerta si estaba cerrada y pude mantener mi halo de misterio. Cuando entré en la sala hubo risas y también dije mi primera frase de una forma más natural que le dio más sentido a todo. 

Esta vez disfruté mi parte con Vanesa y todo el publico se puso a cantar mi canción, es más, los dejé llevar e hicieron, solos, una estrofa entera. ¡Me encantó!.

Durante el discurso me dediqué a lucirme y el momento del "olé" fue fuerte, generalizado y acompañado de aplausos. El resto del discurso muy bien y la primera broma genial. Esta vez la mujer que me acompañó fue Maruja, tía de Steven, adoro a esa mujer, no paró de reír en todo el rato.

En el salón, expliqué el problema con toda claridad pasando por mil y un estado, además, estaban muy atentos, todos participaron en el mismo, esta vez si llegué bien al clímax, pues fui administrando bien la energía, tras el clímax el publico me animaba y me daba consejos.

El final con Ursula, el hada, cada vez me gusta más.

Fui a cambiarme, tras la actuación, contento por el trabajo. El año pasado no me gustaban los jueves, pero este año me encantan.

Antes de salir nos encontramos a un grupo de personas del publico, que empezaron a alabar a Steven, le pidieron que hiciera de frances pues unos amigos suyos habían llegado tarde y cuando estaba con ellos me llamaron a mi:" vente señor Loring" y empezamos a bromear, charlar y nos dieron la enhorabuena. Fue otra buena retroalimentación que hizo irme contento. La verdad que es muy bonito cuando gente que no conoce te llama para felicitarte por tu trabajo y decirte que lo han pasado bien con él y que la hora y media de visita se le ha hecho corta.






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