TODO FUE RARO, DESDE EL PRINCIPIO.

Creo que solo voy a escribir una entrada, sobre lo de ayer,sábado 9 de julio del 2016, no doy para mucho más y tampoco tengo el ánimo para mucho más.

Espero que esto no se mal interprete por parte de nadie, son solo unos sentimientos íntimos que quiero expresar. Siempre que hago un ensayo o una actuación, me gusta contar como ha ido o como me he sentido. Pues  ya está, hoy quiero hacer lo mismo y con esto quiero dejar claro que no es una falsa modestia, ni una petición de ayuda o cariño, por parte de mis compañeros. Porque no lo es. Aunque sé que sois grandes y que os tengo ahí para lo que yo quiera.

También quiero aclarar, antes de empezar que  lo de anoche en el cementerio de San Miguel, me pareció muy grande, que envidio a Edu, a María José, a Luismi o tantos otros que estuvieron por fuera, paseando de un lado a otro y  pudieron disfrutar de todo el espectáculo en su esplendor y en todas sus variantes y vertientes. Ayer me hubiera gustado ver a mi Gálvez, a Trinidad Grund con sus niños, a ese torero, al fraile y a todas las anfitrionas porque tuvieron que estar todas de muerte. No fueron papagayos, sino que, me consta que cada una le dio vida y personalidad a su anfitriona, ¿Qué más se puede pedir?. Hoy solo he podido ver fotos y esas fotos han aumentado aun más mi envidia.

Llegué con Mari Án-
geles y el travieso, pero en-
cantador Ismael, al cementerio.

Ya iba raro. Lo organicé todo de prisa, no llevaba mi vestuario bien preparado en un porta trajes, porque en mi casa y  por arte de magia, todos han desaparecidos. No iba convencido del maquillaje que me iba  a hacer, tal y como dije aquí y como le expresé a Mari Ángeles. E iba con el runrún en mi cabeza de " no poner la misma cara de siempre".

En conclusión,  que entré raro. Luego me di cuenta de que no llevaba espejo, se me había olvidado.

Por tanto, fue llegar y cargado de vestuario, atrezo y sobre todo  de inseguridades, me fui a los baños de la entrada, solo, a maquillarme. Perdí el contacto con todos mis compañeros.

Luego maquillado, por cierto, que en las fotos y de lejos se ve muy bien. Pero  en las fotos que yo me hice de cerca y  cuando me miraba al espejo, me parecía un travestido, me fui  para dentro asustado y digo así, asustado, por si algún compañero hacía una crítica negativa a mis cejas,por ello me escondí, literalmente

Me vestí pronto, para que mi maquillaje estuviera más acorde con el personaje  y me fui, solo, a repasar el texto, sobre todo las partes en otro idioma.

Luego volví, pero ya digo no estaba yo muy comunicativo, no me metí en el camerino de las chicas a armar bulla, sino que me quedé en el de los chicos o en la capilla. Por cierto, una conversación con Santi, me alivió y me ayudó mucho a quitarme el runrún de mi cabeza.

Mis dos compa-
ñeras, por motivos laborales, llegaron muy ajustadas de tiempo, por tanto tampoco pude jugar, ni calentar mucho el personaje con ellas.

Además como digo iba muy desorganizado, no llevaba agua, ni espejo, ni pensé en unas sillas para descansar antes de salir, ya digo todo muy raro.

A la prisa me hice fotos con mis compañeros y empezó el espectáculo.   Luisa, Rosa y yo nos fuimos a fuera, a esperar nuestra entrada, con el show ya comenzado y evitando que nos viera el publico. Lo cual tampoco ayudó mucho a mi inseguridad.

 Estaba  tranquilo, pero lo dicho  inseguro, tenía ganas de hacerlo bien, de pasarlo bien, pero tenía esa miedo, esa verguenza... y eso que un rato antes de salir, tanto Luisa, que es muy sincera, como Rosa me preguntaron quien me había maquillado y me felicitaron. Pero yo nada.

Y vinieron los pases...