domingo, 1 de mayo de 2016

EL SOL Y YO, RODAJE DEL FESTIVAL DE CINE DE FUENGIROLA.



Espero que algún día diga eso de:  El Festival de Cine de Fuengirola, ha sido perfecto y me han recibido de manera muy calurosa.  Porque del rodaje si puedo decirlo, ¡Qué calor me dio Fuengirola!

Aunque si lo pienso fríamente, no hacía realmente tanta calor, pero era uno de esos días donde el sol pica a morir. 

Además a ese picor se unía un traje negro, con camisa y corbata, también hay que sumar que como grabábamos de un modo itinerante, no tenía un lugar donde guardar mis pertenencias y me daba vergüenza andar pidiendo, constantemente, mis gafas de sol a Alex, por tanto, estaba todo el rato sin ellas y sin mis gafas de ver, porque así evitábamos reflejos, por ello, ese maldito sol picante, me hacía ver mal y poco y estar todo el rato con los ojos medio cerrados.
 
En algunas secuencias como en las primeras que grabamos de exteriores, cada vez que abría bien los ojos, para no parecer a Juanito Valderrama, lloraba como una Magdalena.

Pues todo ese calor me provocó un fuerte agotamiento físico, no era debido al trabajo, prácticamente no hacía nada, las secuencias eran fáciles, sino que  debido a ese calor estaba aplastado y reventado.

De hecho a medida que pasaba el día a todos le entró hambre, pero yo no quería comer solo quería  quitarme el traje e irme a la sombrita, ese sol me tenía matado.

No quería parecer un divo, ni parar el trabajo, pero estuve a punto de hacerlo en algún momento, parar el rodaje y pedir rodar  en dos días. 

Estaba cansado, pero cuando grabamos cerca de la playa fue ya el gran mazazo que me dejó muerto, difunto, cadáver.

Fue un rodaje de un spot, de 30 segundo, pero estuvimos trabajando al cien por cien, es más estuvimos 10 horas de rodaje, ininterrumpidas.

Me recogieron a las ocho de la mañana  del lunes  25 de abril del 2016, y tras recoger al resto del equipo, nos fuimos a Fuengirola y llegamos bien de tiempo… vamos  una hora antes de la hora de la cita. Y nos sentamos en la calle a desayunar, frente al cine Alfil, primer lugar del rodaje.

Allí me enteré de  que Alex y Mariel, leen  mi blog, que alegría, me mola, gracias, pero que respon-
sabilidad…

De allí nos fuimos al cine y nos andamos todas las salas  buscando  la localización idónea y empezaron a montar todo. Por cierto, Jesús nos trató súper bien. 

Allí rodamos nada de tiempo. Pero si hubo mucho tiempo de prepa-
rativos, casi dos horas. Entre que el sitio era oscuro, la iluminación complicada… pero vamos que hicisteis muy buen trabajo chicos. Después tuvimos que esperar que llegara la figuración etc. y todo se atrasó mucho.

Y aquí está la magia de actuar. Cuando actuas puedes hacer  cosas que no todo el mundo hace, con esto no quiero decir que me considere único, pero sí que cuando actúas vives cosas que no todo el mundo puede, como cambiarte de ropa, solo,  en una sala de cine vacía, ver una peli de dibujitos sin voz, mientras  tus compañeros de rodaje te doblan los textos, ese momento fue genial o meterte en una sala de cine tu solo y ver una opera en directo mientras hacen las pruebas de sonido, eso me puso los vellos de punta.

Bueno tras rodar en el cine, nos fuimos a la calle y comen-
zamos el resto del día.

Como digo, cansancio y calor, son mis principales recuerdos  pero ahora que escribo  esto casi una semana después me llegan recuerdos y curiosidades, flash que quiero compartir.

Como la cantidad de personas que se  acercaron para preguntar qué hacíamos, si podían actuar con nosotros, que éramos, etc. 

Cuando rodamos una secuencia muy rápida y el chico de sonido, Juan, acabó asfixiado y me pidió que no lo hiciera con tanta velocidad, cuando rodamos en la plaza principal de Fuengirola me encantó, no sé por qué pero me encantó, el batido de nata y fresa que nos dieron las chicas de Costa Café, como propaganda, que nos sirvió de energía, como a Popeye las espinacas, el resfriado de la pobre Mariel y su móvil avisándole de cada pastilla, el arte de las limpiadoras del cine, el chico de la cafetería de al lado del cine que me ofrecía una silla en todo momento de descanso y a la sombra además…
 
La última etapa del rodaje,  fue en mi casa, aquí trabajaron como titanes, porque se hizo todo en un tiempo record. 

Al final, como siempre  me veré exagerado, pero creo que esa secuencia la hice muy natural y tranquilo.  Era impresionante ver en casa todo lo que tuvieron que montar.

Lo dicho, Víctor, Juan, Mariel y Alex, unos fenómenos, que no descan-
saban ni un momento, siempre al pie del cañón, preocu-
pados por su trabajo. Muchas veces un actor va a un rodaje de un corto,  como  sin preocuparse pero los técnicos van a darlo todo.Creo que deberiamos pensar, los actores, en ello.

Hablando de actores, ser el prota absoluto, mola, pero también aburre porque era el único de mi gremio y a veces, no compartía miedos, alegrías y detalles del rodaje.

Si debo decir que hace años hubiera dado un dedo, por rodar, lo que fuera, durante el festival, pero el pasado lunes deseaba acabar para irme al mismo.

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