martes, 10 de mayo de 2016

LA " LOLA" EN MOTRIL, BRILLANTE Y RADIANTE.



Ayer lunes 9 de mayo del 2016, Lola, la versión extendida de Lo que Lola quiera, pieza integra  escrita por Alba, vio  la luz, por primera vez, en el Restaurante El Zarcillo de Motril, en Granada.

El espectá-
culo consistía,  en una cena, con  cuatro platos, donde entre plato y plato íbamos repre-
sentando las tres partes de Lola.

La espera previa a comenzar,  se hizo bastante larga. Lógico porque en ese tipo de eventos las personas suelen tardar en llegar, charlan antes de ocupar sus asientos y había que esperar, para comenzar,  que fueran terminando el primer plato etc.

Todo eso hizo, que no saliéramos a escena hasta cerca de las diez y algo de la noche. La verdad que estaba tranquilo, porque debido a mi vestuario, podía salir  y entrar del lugar donde estábamos esperando y hablar con la familia de Alba.

Esperábamos en un pasillo estrecho, al aire libre donde Alba se pasó, la pobre, todo el rato de pie.

Bien, Álvaro nos avisó para empezar y así lo hicimos.

En el  primer acto, solo salía yo. Era mi presentación y la presentación del conflicto.

La entrada me costó, porque el público  ya se había acostumbrado a verme por allí y   no se dio cuenta que el espectáculo había empezado. Esto me hizo alzar la voz y  para que el publico no perdiera el hilo, repetir las tres primeras frases, tres veces de forma distintas.

Estaba nervioso tenía muchas acciones,poco previstas, que hacer y mientras decía el texto.  Esto me hizo, en algún momento, improvisar. Luego vino el momento más esperado, mi primera parte musical y la pasé en grande, pero en grande de verdad y el público no paraba de decir cosas apoyándome.

Y tras esa primera parte vino lo que yo más temía, un cambio de vestuario que cuadró a las mil maravillas.

A partir de ahí poco que decir, pocos recuerdos y poco que mencionar.

Todo pasó en un plis plas. En un descanso le dije a  Alba: “Tengo la sensación de que aun no ha  empezado y ya se está acabando”.

Como habían faltado ensayos, al menos para mi opinión, cuando estábamos en escena o dialogando estábamos tan al cien por cien, que el texto fluía casi sin darnos cuenta.

Fue bonito, porque todo salió a la perfección, pero feo, porque se fue en nada, se hizo muy corto, había momentos que estaba viviendo y pensaba: “pero ya está pasando ya se acaba, que mierda”.

En  otro número musical, falló la música, pero yo estaba tan feliz y tan contento haciéndolo que el público no paraba de hablar y comentar en todo momento.

Lo mejor la cercanía del publico. Este nos hacía  una retroalimentación  constante. Nos informaba de cómo iba la pieza, como la iban entendiendo y disfrutando.

El local era mágico, con lo cual, cada vez  que entrabas en la sala, todo se transformaba en un sueño, con una escenografía y atrezo precioso.

Y por ultimo entre acto y acto, o entre plato y plato, como me comentó Alba la gente no paraba de hablar animadamente y reír, eso al menos es porque estábamos creando un buen ambiente.

Muy disfrutado pero muy corto. Enhorabuena Alba y  entono el mea culpa,  soy un " hombre de poca fe."

1 comentario:

  1. Que apañados...me alegro que tanto esfuerzo haya tenido sus frutos.
    Artistas que sois unos artistas!!!

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