jueves, 19 de mayo de 2016

PARA " QUIJOTE" UN BUS LLENO DE HORMONAS E IDIOMAS.



A punto estuve de tirar el móvil al suelo y pisarlo, cuando sonó a las siete de la mañana del martes 17 de mayo del 2016.  Qué pocas ganas de levantarme, de trabajar y de todo.

Al mirar el móvil para apagarlo, vi que Juan, mi com-
pañero, me había mandado un amable mensaje de “Buenos días” eso me in-
formaba de que ya estaba despierto y feliz.

¿Lo bueno? Que me recogió en la puerta de casa, por tanto, no tuve que correr ni desplazarme.

A la hora en punto, siete y media de la mañana ahí estaba el tío en mi puerta y por tanto llegamos puntuales a la cita con el bus.

Una vez más, gracias Diego por venir a recogernos y dejarnos de nuevo en tan buen lugar.

Entramos al bus y como hasta San Pedro Alcántara, lugar de la actuación, había una hora de viaje y  llegaríamos justo para actuar. Yo me cambié en cuanto subimos al bus y así evitar mareos innecesarios durante el trayecto.

Pero ¿qué pasó? Pues que mientras Juan se cambiaba de ropa, me senté cómodo, de ahí pasé a recostarme y estar más cómodo y acabé tumbado con los ojos cerrados y dormido. Pero cuál fue mi sorpresa cuando al despertar veo que Juan está igual.

Para espabilarnos, repasamos los textos y esperamos a los niños. Estábamos muy cansados pero sabíamos que podíamos tirar de esto sin problema.
 
Hasta que vimos llegar a los niños … cuando oímos los tonos graves de sus voces, nos asomamos y descu-
brimos con estupor que eran “niños” de 16 y 17 años o sea, medios padres y madres.

A estos no se les dejaba satisfecho con la historia infantil que llevábamos preparada, a estos había que darle más o se reían de nosotros.

Así que, Juan y un servidor nos amarramos los machos, nos olvidamos del cansancio y lo dimos todo en una actuación difícil, accidentada pero muy divertida.


¿Por qué difícil?, pues porque al hecho de que el bus era un hervidero de hor-
monas, con lo que esto conlleva, móviles, chulerías, pasar de todo y nosotros teniendo que llamar su atención. Se unía que la mitad del bus, eran extranjeros, rusos para ser más exacto y no hablaban ni pizca  de español, con lo cual algunos estaban perdidos y otros literalmente dormidos.

 ¿Por qué accidentada?  Porque a mitad del camino los mandos a distancia no funcionaron y no pudimos poner los videos, además lo hicimos evidente y tanto profesores como alumnos no paraban de reír.

¿Pero por qué  muy divertida? Porque contamos la historia tal cual, incluyendo hasta un jueguecito que ha-
cemos con sonido de anima-
litos de granja, pero todo ello adaptado a su edad, con mucha más picardía, mucha más poca vergüenza y mucho más cachondeo y yo me lo pase bomba.  Puedes hablarle más de tu a tu.

Además literalmente, en  la mitad del bus estaban los extranjero, pero en la otra mitad había españoles con ganas de fiesta y nos siguieron todo el rollo y  todo el juego que le dábamos. Como los dos Diegos o el chico chino que no se enteraba de nada, porque no sabía ni papa de español, que no paraba de moverse y que a mí me dio mucho juego, porque sus compañeros y profesores no paraban de reír cuando me liaba a hablar con él.

Lo dicho un Quijote  diferente pero muy divertido. Y creo que para el público que teníamos nos defendimos súper bien, como dos titanes.


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