Soy consciente de que esta entrada es larga y en ella hago un repaso a mis compañeros de El Auto de la fe, por tanto, entiendo que muchos no querais leerla entera, yo advierto.
Volví para El auto de la fe y volví solo como actor, cosa
que agradezco, porque estar de “director” me quema mucho y me he dado
cuenta de que no es lo mío, así que, ahora solo actué y disfruté.
Fue mi vuelta con Eduardo Nieto, tras seis meses sin
trabajar con él. Quizá nunca debí haberme ido, pero hubo muchas personas que se encargaron de ello con
sus “magníficos” comentarios, pero al final he vuelto con ese loco, acompañado
de ese grupo de locos, para hacer esas magnificas locuras.
tado a lo largo de la vida de Eventos con historia y para mí
ha sido reencontrarme con mi personaje de Lucifer, muy cambiado por cierto y
con el equipo de siempre.
Quiero aclarar que si de algunas personas hablo más y de
otras menos que nadie se me “indigne” pero es que la pieza, me ha hecho trabajar más con unas personas y con otras menos.
Por ejemplo, los flagelantes apenas fueron a los ensayos y
luego en la función aunque se cambiaron con nosotros apenas hablé con ellos,
Julio, Pedro, Álvaro o Mario, con este ultimo si tuve más trato, siempre preocupado porque la túnica le
estaba muy grande y le hacía bolsa por atrás, un chavalillo joven pero muy
apañado, la verdad.
Luego fue el reencuentro con los de siempre, Ángel, otro con el
que esta vez hablé poco, pero como
siempre, un tío comprometido y al que le debo el magnifico cinturón que lucí en
la función o lo rápido que se ofreció a ayudarme cuando pedí joyas para mi
personaje, gracias tío. Juanjo con el que no interactué nada, por tanto, hablé
poco con él pero entre función y función lo buscaba para cotillear un rato y reírnos
de lo lindo. Gloria, que creo que ha sido de las alumnas mas aventajadas de
este proyecto que de cero, tímida y cortada ha pasado a defender su papel más
que decentemente. María Carmen Rosado, tan ordenada, organizada y
siempre ofreciendo paz y tranquilidad. Y Lola aunque con ella esta vez apenas hablé. Ana que va creciendo poco a poco pero lo mejor su sonrisa.
Apartado especial merecen, el amante más amante del teatro
que he visto jamás, Luismi, que profesional es el tío y como ama lo que hace y
como se dejaba hacer por nosotros sin protestar ni rechistar, solo ayudando al
compañero, para que llegáramos donde queríamos sin preocuparse por él, ole
compañero. Y ese crack, que fuera de escena tiene una sonrisa tímida, no sé, pero me
cuesta llegar a él en directo, pero que por Whatsapp es un cachondo y en escena
es un monstruo, ese tío con buenas clases puede llegar a ser muy grande y es
ese angelito llamado Toni, un placer estar frente a frente y cara a cara con
estos dos tipejos.
Pero el Auto es un proyecto que siempre trae caras
nuevas y que siempre suelen ser un acierto, esta vez han entrado nuevas, o al
menos para mí, María José y sus polvos de talco, qué dulzura de mujer, qué
sonrisa picara, cuando tiene que serlo, qué amabilidad, qué abrazo me dio al irse,
lo que se dice buena gente. Julia, es de
esas que tiene la actuación dentro, es
artista y ya está y aunque ella se autocensuraba , desde el primer día que salió
a escena se comió a todos, mi pena que no pude tener más contacto con ella. Ana María lo
mejor su humildad y sus ganas de aprender, luego me quedan dos con las que apenas
tuve contacto, Raquel y Laura, aunque esta última tuvimos una conversación muy
divertida en la sala-camerino sobre la castidad, Je,je,je.
Y para el final quiero dejar a las personas con las que yo
he trabajado más en esta pieza y son los pecados. Nuevas como Inma, que mujer
más grande, más disfrutona, más abierta a todo y a todos, con esas historias de
maestra tan bonitas, yo si vuelvo a nacer quiero tenerla de maestra. María
Carmen aunque hablé menos con ella, fue otro descubrimiento, lo mejor, cuando
por voluntad propia se deshizo la pintura de los labios para aparecer más “ fea”
eso te hace profesional. Manoli y sus
manzanas que pecha de reír me daba cuando se ponía a comerlas, muchas gracias
Manoli por tu apoyo, tus joyas y estar siempre atenta a mí. Ay María Ángeles, esa gran profesional, seria y
trabajadora aunque esta vez estaba un poco más de capa caída por su pie, a
recuperarse. Dentro cojeabas pero fuera nadie se dio cuenta, ole tu.
Si en el auto anterior Luisa fue el descu-
brimiento, esta vez
lo ha sido Ana Luz, buena compañera, divertida, profesional, pero lo que
destaco de ella es sus ganas de hacer y aprender, su manera de improvisar, su
cara de alegría suprema y miedo cuando la adrenalina andaba a mil por su
cuerpo, o sea, cuando le entró el veneno del teatro en el cuerpo y no sabía lo
que le pasada, pero la hacía feliz. Sus golpes buenisimos, verla cantar sevillanas o su tarta de chocolate, lo
recordaré siempre.
Luisa, ¿que te digo?, eres impresionante. ¿ Cómo esa mujer puede
enlazar chiste tras chiste sin pensarlo? Haciendo reír al personal y a los
que hay a su alrededor. Me encantaba verla con su túnica negra, sus manos en el bolsillo. Fue
genial estar a tu lado y no parar de reír un momento, sus conversaciones con
la muerte, con Doña Amalia, con el Niño Jesús, paseándose con la palmera por la
sala, para que Doña Amalia recordara los Domingo de Ramos, gracias Luisa por
existir y por hacerme feliz, te quiero.
Y por último la jefa, si la jefa, que me pedía consejos a mí,
ay Gertru me tienes muy sobrevalorado y lo peor es que me lo voy a creer. Eres una tia seria, responsable, amable, buena, creando siempre buen ambiente, aunque
para ello debas morderte la lengua, cariñosa, siempreeeee y sobre todo
protectora.
Un placer estar a tu lado y de todos pero especialmente de ti, tengo
mucho que aprender.
Gracias a todos pandilla de
locos.
Vaya reflexión, cosa que todos pensamos cuando acaba una obra y no lo plasmados. Decirte que este Lucifer superó con creces al anterior, y es que las horas de vuelo se notan.Gracias por ser mi primera ayuda en la interpretación.Hasta la próxima, que sea pronto, cada vez hay más ganas.xxxxxxx
ResponderEliminarMuchas gracias por tus palabras, espero que algo se me note.
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