sábado, 9 de abril de 2016

REUNIÓN LOLA, LOLERA, LOLERERA.



El texto que ahora vas a  leer, lo escribí, sentado en el jardín de entrada  de la Finca de la Concepción, mientras esperaba para realizar el casting  del personaje de Rafael Echevarría:


Bueno,  pues antes de la invasión Eche-
varrieta y Sinonímica que ha sufrido mi cabeza, era mi Lola , solita, la que me la ocupaba  y el martes, 5 de abril, mientras iba para mi colegio empecé a pensar en Lola Flores, esto me hizo dejar volar mi imaginación e inventar sobre nuestra pieza.

Sinceramente  tampoco la dejé volar a su aire, la controlé un poco con la lógica y la “dramaturgia”. 

Bueno esto último es una fantas-
mada… ni que yo fuera un experto dramaturgo … pero bueno, la verdad, que comencé a inventar cosas, situaciones, frases, chistes y acontecimientos que sirvieran para alargar y dar más lógica a la pieza y temiendo olvidarlo todo, mandé un extraño audio por Whatsapp a mi Albita con dicha lluvia de ideas.

Y esta mañana de viernes, 8 de abril de 2016, Dios con la finca de la Concepción, perdonar el paréntesis. Se  dice que los Echevarría vinieron aquí, a la finca, huyendo del frio del Norte de España… pues acabo de ver un pingüino pasar por mi lado, qué viento y qué frio más horrible se ha montado de pronto.

A lo que iba Alba y yo, nos hemos citado  esta mañana en la Julieta. 

He desarrollado todas esas ideas y le he intentado dar  un poco de cordura, aunque tampoco estaba yo muy espabilado. Alba las ha apuntado.

Propuse darle forma y orden,  pero Alba me dijo que no, que ella creaba mejor en su casa.

Antes de irnos le dije que si le parecían bien las ideas y me dijo que le habían encantado y las alargaría en casa.

De nuevo una cita breve,  pero prove-
chosa, espero que en la próxima reunión, del domingo, ya esté el guión definitivo, porque hoy se ha aportado pocas ideas nuevas, a parte de las mias  y eso me preocupa.

Tras eso mucho cotilleo personal y mi primer encuentro con el diábolo, prestado por Alba, que me servirá  para el personaje de Simón. Por cierto, el pobre diábolo,  acabó, rodando por el suelo de la Julieta y yo, cual niño travieso, se lo pedí a Alba,  pues había acabado a sus pies.

Uy son las 17: 29 horas,  me voy a la puerta de la Finca de la Concepción que en un minuto comienza mi casting, aunque no veo a nadita nadie.

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