sábado, 9 de abril de 2016

VOY COMO LA CANELA, EN RAMA.



Es viernes, 8 de abril de 2016, y voy de  camino  al casting en la Finca de la Concepción.
 
Tengo calor. Voy en el autobús. 

Esto no parece que esté muy lejos. El chofer me ha dicho que me baje en la última parada  y que tras diez minutos paseando  llego.

Voy muy bien de tiempo, por tanto, el cómo llegar no es algo que me preocupe.

Lo malo... He seguido el plan de mi ídolo, Madonna.

Alan Parker no la veia, por su look y su fama como Evita Perón. Entonces ella apareció a la entrevista con el director,  vestida de la época e incluso hizo  un video con ese look para que el director la  viera más en el papel.

 Pues yo he copiado su estrategia y voy  vestido, estilo traje, no muy antiguo, más informal que a principios del siglo pasado, pero si con un look en el que  parezco un señor. Hasta un poco de base de maquillaje llevo.

Por cierto a Madonna he oído mientras me duchaba y me vestía, con lo cual vengo animado. 
 
Pero ahora entre el calor y que todo el mundo va vestido de verano... El vestuario no me está ayudando nada porque me siento como cuando en mis años mozos iba a las entrevistas de contable.
 

Hortera, desganado y cortado y ahora me estoy empezando a sentir así,  pero debo cambiar el chip, qué voy a actuar y de señorito.

Voy temprano, demasiado, ahora repasare el texto bien,
que por el camino me he liado.

Bueno pues  eso, que voy  como en  el chiste, como la canela en rama, o sea, seguro y elegante. 

 Voy  con la batalla ganada, solo espero no volver, también,  como en el chiste, molido, o sea, desarmado y sin trabajo.







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