miércoles, 20 de abril de 2016

UN ENSAYO DE 5 GRADOS EN LA ESCALA DE RICHTER.



Sí,creo que el ensayo del pasado domingo, 17 de abril del 2016, de  El auto de la fe, debe ser medido por los científicos y clasificarlo según la escala de Richter. 

Qué de balanceos, sobeteos  y meneos se llevó el pobre Lucifer, o sea, yo, durante dicho ensayo.

La verdad que como dice el refrán: “Dios nos libre de las aguas mansas…” yo llegué al ensayo como una balsa de aceite.

Tras el ensayo de la mañana de Lluvia Fina, llegué a casa, estaba solo y me iba a disponer a descansar, pero no lo hice, me pasé todo el rato al teléfono, pero justo antes de salir de casa, me tumbé en la cama y me dormí cinco minutos,  con lo cual me fui para el ensayo con una torta encima.

Al llegar mientras Eduardo, nos contaba novedades del proyecto, yo bostezaba y junto a Tony Vertedor  echamos una siesta con los ojos abiertos.

Hasta que comenzó el ensayo y mis pecadoras acompañante, entraron en acción. Eran puro terremoto, creo que el escenario vibró y si no lo hizo, lo hice yo, porque no parararon de interpretar, de moverse y de moverme durante todo el ensayo, algo que me pareció genial.

Creo que habrá que recortar un poco esos movimientos, porque pueden quitar el foco a los otros compañeros cuando intervienen o puede quedar sucio, pero el verlas actuar, con tanto nivel de improvisación, tan metidas en su papel y con tantas ganas, me pareció genial. Ahora solo queda recortarlas un poco.  

El dejarlas el pasado domingo de fluir y soltar todo lo que llevaban, me pareció precioso.

Yo el primer pase lo hice muy regular, estaba atontado, no tenía ni las intenciones, ni los movimientos, ni la fuerza, el texto se me fue dos veces y hasta solté un magnifico “a cazo”, ósea, una papa en el escenario, el segundo me salió mucho mejor.

Si es verdad, que en algún momento me sentí agobiado por el exceso “cariño” de mis pecadoras.

Antes de irme algunas compañeras de las que hacen las virtudes me pidieron ayuda y se la di. Yo no les dije nada pero al solicitármelo ellas... 

Por cierto al acabar oí decir a una de ellas: “es que ha interpretado el texto que tu ibas leyendo, sin hablar, sin decir nada,  él lo estaba interpretando perfectamente.”

Antes de acabar solo dos cositas, creo  que Tony se está trabajando su personaje en casa, el domingo se notó  un gran avance. Estuvo muy bien y que mi pecadora que hace de la “envidia” es una monstrua soy fan suyo YA.

Una semana más gracias, Juanjo por las fotos.

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